La linda poblana - 17

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Cecilia at Dec 20, 2022 09:02 PM

La linda poblana - 17

Acto primero.
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Despues de una rumbosa obertura sube el
Telon, descubriendo la prespectiva de la Hazien=
da en la derecha, corriendo el Jardin, adornado
de Naranjos, Rosales, y masetones desde el
edificio hasta la boca del Teatro por ambos lados.
En el centro interior se veran unas dilatadas
lomas sembradas de caña y entre ellas ã lo le-
jos algunos Yngenios de labrár Azucar. Mas
ã lo exterior un pozo con su arco y brocal labra-
dos. Afuera dos poyos o asientos de marmol,
en uno estará sentado D. Sebastian como pen-
satibo: despues de algunos compases pianos,
canta el siguiente aire.
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Seb. . . . ¡Cruel destino! ¡amarga suerte!
nada me puede alibiar:
la memoria me debora,
no me deja descansar.

Aquel hijo tan amado
lo estoi viendo agonizar,
ã los golpes de un traidor
falso amigo desleal.
¡Ay de mi! ¡Ay de mi!
que ya lo perdi.

Ni la Hazienda que poseo,
ni el Campo puede alegrar

La linda poblana - 17

Acto primero.

Despues de una rumbosa obertura sube el
Felon, descubriendo la prespectiva de la Hazien-
da en la derecha, corriendo el Jardin, adornado
de Naranjos, Rosales, y masetones desde el
edificio hasta la boca del Teatro por ambos lados.
En el centro interior se veran unas dilatadas
lomas sembradas de caña y entre ellas a lo le-
jos algunos Yngenios de labrar Azucar. Mas
a lo exterior un pozo con su arco y brocal labra-
dos. Afuera dos poyos o asientos de marmol,
en uno estará sentado D. Sebastian como pen-
satibo: despues de algunos compases pianos,
canta el siguiente aire.

Seb. ¡Cruel destino! ¡amarga suerte!
nada me puede alibiar:
la memoria me debora,
no me deja descansar.

Aquel hijo tan amado
lo estoi viendo agonizar,
a los golpes de un traidor
falso amigo desleal.

¡Ay de mi! ¡Ay de mi!
que ya lo perdi.

Ni la Hazienda que poseo,
ni el Campo puede alegrar