La linda poblana - 24

con odio mortal . . . . ¡Qual tiembla
mi corazon! . . . . ¡Hai Esposo! . . .
La imaginacion me aterra . . .
Ya me ves despreciada,
arrojada con violencia
de la casa, y que mis ojos
bañados en llanto, riegan
las Calles, por donde voi
pidiendo de puerta en puerta
una Limosna. . . . ¡Que exclamo
entre dolorosas quexas!
¡Ay Sebastian de mi vida,
ojala que me vivieras! . . . .
Mira de tu pobre viuda
la situacion mas funesta
y amarga : : : Pero Rosita;
el centro de la inocencia,
el fruto de nuestro amor . . .
¡Y que amor! La cara prenda
de mis entrañas, nació
la cuitada, para prueba
de un destino adberso . . . ¡Ha!
Rosita, Rosita; llega:
dale ã tu Padre las gracias
de hacerte infeliz.
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Saca á la Niña Rosita, que hirá